Desarrollo infantil

Los primeros años de la vida son muy importantes para el desarrollo del niño ya que su sistema nervioso se encuentra en un momento de gran plasticidad. Todo lo que experimenta a través de los sentidos moldea su cerebro para permitirle pensar, sentir, moverse y aprender. Es un periodo en el que se establecen los primeros vínculos afectivos, que serán determinantes en la configuración de la propia identidad y en las relaciones que el niño/a establezca más adelante. Es una etapa de intenso desarrollo motor, cognitivo, lingüístico, social y emocional.

Bebé

El desarrollo infantil, es un proceso dinámico fruto de la interacción entre factores genéticos, afectivos y ambientales, sigue patrones similares en cada una de las etapas del desarrollo, pero cada niño tiene su propio ritmo. Es importante que este proceso madurativo se produzca de la forma más armónica posible en los distintos parámetros: corporales (psicomotricidad y percepción), cognitivos (aprendizaje, lenguaje y estructura de pensamiento) y emocionales (identidad y relaciones).

Es frecuente que aparezcan pequeños problemas asociados al desarrollo, típicos de la etapa evolutiva en la que se encuentran: rabietas, miedos, oposición, dificultades en el sueño, la alimentación o el control de esfínteres... Una orientación a las familias puede ser suficiente para que una situación pasajera no se complique.

En otras ocasiones se detectan retrasos en el desarrollo o pueden aparecer trastornos más graves que obedecen a causas genéticas o factores perinatales. Una intervención precoz facilita alcanzar el máximo nivel de desarrollo personal y de integración social.